Por todo ello, exigimos al gobierno que respete los derechos constitucionales de sus ciudadanos, comenzando por la libertad de expresión y la protesta pacífica, libere a todos los detenidos arbitrariamente, cese cualquier forma de represión e intimidación, y garantice la actuación de la justicia para esclarecer las violaciones de los derechos humanos.
La UCA, desde su llamada a la defensa pacífica de la justicia social, ha visto cómo la violencia promovida por el gobierno ha llegado hasta sus puertas, impidiéndole mantener su actividad académica y pretendiendo, en este caso como en otros muchos, suprimir cualquier intento de disidencia en el país.
La misión de la UCA, como la de todas las universidades jesuitas, consiste en proporcionar a los estudiantes una formación de calidad para que sean profesionales competentes y ciudadanos responsables, así como contribuir a la construcción de sociedades más justas y humanas. Pero la violencia y la represión que se viven en las calles del país impiden de hecho desarrollar esta misión, a la vez que ponen en peligro la integridad de la comunidad universitaria que demanda justicia y democracia en Nicaragua.
Expresamos nuestra solidaridad con toda la comunidad de la UCA (rector, jesuitas, profesores, personal, estudiantes y sus familias). Apoyamos y defendemos la autonomía de las instituciones de educación superior, como garantiza la Constitución de Nicaragua, para preservar la inviolabilidad e inmunidad de los campus universitarios, que son espacios de pensamiento crítico y de libertad de expresión para la búsqueda de la verdad. Y hacemos votos para que se reactive la mesa de diálogo, una iniciativa que despertó la esperanza de muchos pero que fue posteriormente bloqueada de forma indefinida: porque creemos que el diálogo es la única vía para que una sociedad tan desgarrada se reconstruya y avance hacia una verdadera reconciliación.
UNIJES y sus centros (universidades de Deusto, Comillas y Loyola Andalucía, ESADE, IQS, INEA, SAFA, Facultad de Teología de Granada, ITF y HTSI) suman su voz a la de otras instituciones, redes y universidades jesuitas del mundo para honrar la dignidad de las víctimas, de los presos políticos y de los desaparecidos. Nuestras comunidades universitarias quieren visibilizar el sufrimiento de nuestros hermanos nicaragüenses, desde una llamada al diálogo y a la democracia como vías para la justicia y la paz.
Firmantes del Manifiesto:
- Jaime Oraá SJ, presidente de UNIJES, ex rector de la Universidad de Deusto
- Carlos Losada, director general de UNIJES, ex director general de ESADE
- José Mª Guibert SJ, rector de la Universidad de Deusto
- Julio L. Martínez SJ, rector de la Universidad Pontificia Comillas
- Gabriel Pérez-Alcalá, rector de la Universidad Loyola Andalucía
- Pere Regull, director general de IQS (URL)
- Koldo Echebarria, director general de ESADE (URL)
- Félix. A. Revilla SJ, director de INEA
- Consuelo Burgos, directora de SAFA
- Gonzalo Villagrán SJ, rector de la Facultad de Teología de Granada
- Jaume Flaquer SJ, director del Instituto de Teología Fundamental
- Ricard Santomà, decano de la Facultad de Hotelería y Turismo Sant Ignasi (URL)
Entre las primeras adhesiones, cabe destacar las siguientes:
- Entreculturas, Alboan, Servicio Jesuita de Migrantes, Cristianismo y Justicia.
- Josep M. Garrell, rector de la Universidad Ramon Llull
- Eugeni Gay, ex vicepresidente del Tribunal Constitucional y presidente de la Fundación Xavier
- Daniel Innerarity, catedrático de filosofía e investigador de Ikerbasque-UPV
- Javier Solana, ex ministro y presidente de ESADEgeo
- José Rodríguez de la Borbolla, ex presidente de la Junta de Andalucía
- Iñigo Alfonso, director de Las Mañanas de RNE
- Guillermo Rodríguez Izquierdo SJ, ex rector de las universidades de Extremadura y Pontificia Comillas
- Jordi Hereu, ex alcalde de Barcelona
- José Antonio Zarzalejos, periodista y escritor